Mantener un sueño óptimo es vital para todos, pero sobre todo para los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA). En el desarrollo típico, el sueño es importante para influir en el crecimiento de los niños asociado al crecimiento emocional y conductual. Por lo tanto, las alteraciones del sueño pueden afectar gravemente a los síntomas del TEA. Se ha demostrado que un menor número de horas de sueño se correlaciona con el déficit de habilidades sociales, las alteraciones de la comunicación y el cumplimiento más estricto de rutinas no funcionales. Además, también se ha demostrado que las dificultades de sueño se asocian con la agresividad, el incumplimiento y la irritabilidad. Por lo general, el 50% de los padres de niños del espectro informan de que su hijo tiene dificultades para dormir. Uno de cada cuatro indica que es grave. Los problemas más comunes que indican los padres son:
- Se niega a ir a la cama/necesita que el cuidador esté presente para dormirse
- Problemas para conciliar y mantener el sueño
- Dormir durante cortos periodos de tiempo
- Problemas de comportamiento diurnos asociados a la falta de sueño nocturno
- Somnolencia diurna excesiva
- Terrores crónicos del sueño
En la primera consulta con el pediatra, éste puede sugerir un cambio de medicación/disminución de la dosis, y terapia conductual (Gavidia, 2020). Los medicamentos a menudo pueden afectar a los patrones de sueño. Por ejemplo, los niños que también son diagnosticados con TDAH pueden tomar estimulantes que se sabe que causan insomnio (Furfaro, 2020), por lo que un cambio de dosis de la medicación puede beneficiar al niño.
Los problemas de sueño en los niños pueden afectar a toda la dinámica familiar y a los hábitos de sueño de otros miembros. Incorporar a la familia en el nuevo plan conductual para el niño puede ser beneficioso. "La evidencia apoya el uso de intervenciones conductuales en niños con TEA que tienen problemas de sueño. Por ejemplo, entrenar a los padres para que desarrollen una higiene adecuada a la hora de dormir para su hijo afectado." (Tilford, 2015) La higiene del sueño puede incluir horas de acostarse consistentes, implementando una hora de acostarse más cercana a cuando el niño está inquieto, e implementando una regla de "no usar aparatos electrónicos antes de acostarse". "El enfoque de la higiene del sueño se centra en cambiar el entorno con el fin de promover ciclos regulares de sueño y vigilia" (Cohen, 2014) El uso de la melatonina aprobada por la FDA, las mantas con peso y la aromaterapia también pueden tener un impacto positivo en los hábitos de sueño de su hijo y ayudar a crear un entorno de sueño positivo para su hijo. Dado que la correlación entre la falta de sueño y los problemas de comportamiento durante el día es mayor en los niños de todo el espectro, una de las maneras más eficaces de desarrollar una experiencia de sueño positiva para este niño es crear una higiene adecuada a la hora de dormir!