Dispraxia

La dispraxia también se conoce como trastorno del desarrollo de la coordinación. La dispraxia es un trastorno neurológico. Los síntomas de este trastorno incluyen torpeza, problemas de memoria, juicio, procesamiento y otras capacidades cognitivas. El diagnóstico suele producirse en la infancia, pero se prolonga hasta la edad adulta. En la actualidad no hay cura, pero cuanto antes se diagnostique a una persona, más prometedores serán la terapia y otros tratamientos para mejorar sus síntomas y ayudarle a aprender a sobrellevarlos. Cuando los afectados por el trastorno no son diagnosticados, aumenta la probabilidad de que estén desempleados, abusen de las drogas y el alcohol y tengan pocas habilidades interpersonales.

Tipos de dispraxia

Motora - La dispraxia motora es el tipo más común. Los síntomas de esta forma de dispraxia incluyen dificultades para desarrollar la motricidad gruesa, la motricidad fina, la planificación motriz y la coordinación. Un individuo con este trastorno puede tener problemas para subir y bajar las escaleras, patear una pelota o escribir. Algunos signos a los que hay que prestar atención son las posturas corporales extrañas, la sensibilidad a los ruidos fuertes, el retraso en el gateo y la marcha, y los problemas para alimentarse. Se recomienda el uso de terapeutas ocupacionales y físicos para ayudar a mejorar estos síntomas.

Verbal - Una persona afectada por la dispraxia verbal tiene dificultades para hablar. El reto para los afectados consiste en coordinar los músculos utilizados para hablar con el fin de realizar el movimiento que necesitan para producir sonidos específicos. Por ejemplo, saber dónde colocar la lengua al crear el sonido "th" y ser capaz de hacerlo. Algunos signos a los que hay que prestar atención son las dificultades para emitir sonidos, el vocabulario limitado y la lentitud del habla. Para mejorar estos síntomas, se recomienda el uso de logopedas y terapeutas.

Oral - Una persona afectada por la dispraxia oral tiene dificultades para coordinar los movimientos de áreas como el labio, la lengua y el paladar. Aunque esto suena como los mismos desafíos que enfrentan los que tienen dispraxia verbal, la diferencia es que la dispraxia verbal causa desafíos con la producción del habla, mientras que la dispraxia oral causa desafíos cuando el habla no está involucrado. Por ejemplo, una persona con esta forma de trastorno puede tener dificultades para sacar la lengua. Los individuos con dispraxia verbal pueden o no tener dispraxia oral.