Mantener un sueño óptimo es vital para todos, pero sobre todo para los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA). En el desarrollo típico, el sueño es importante para influir en el crecimiento de los niños asociado al crecimiento emocional y conductual. Por lo tanto, las alteraciones del sueño pueden afectar gravemente a los síntomas del TEA. Se ha demostrado que un menor número de horas de sueño se correlaciona con el déficit de habilidades sociales, las alteraciones de la comunicación y el cumplimiento más estricto de las rutinas no funcionales (Cohen, 2014). Además, se ha demostrado que las dificultades de sueño están asociadas a la agresividad, el incumplimiento y la irritabilidad (Cohen, 2014). En general, el 50% de los padres de los niños del espectro informan de que su hijo tiene dificultades para dormir. Uno de cada cuatro indica que es grave (Durand, 2002). Los problemas más comunes que indican los padres son:
- Se niega a ir a la cama/necesita que el cuidador esté presente para dormirse
- Problemas para conciliar y mantener el sueño
- Dormir durante cortos periodos de tiempo
- Problemas de comportamiento diurnos asociados a la falta de sueño nocturno
- Somnolencia diurna excesiva
- Terrores de sueño crónicos
Hay algunos consejos probados para ayudar a tu hijo a dormir.
1. Compruebe si los medicamentos están interfiriendo con el horario de sueño.
La medicación puede influir a veces en los hábitos de sueño de su hijo. Por ejemplo, los niños a los que se les ha diagnosticado TDAH pueden estar medicados con estimulantes que, en algunos casos, inducen al insomnio. Un cambio de medicación o una disminución de la dosis puede ser la solución que su hijo necesita. Consulte a su pediatra
2. Incorporar intervenciones conductuales que promuevan horarios de sueño saludables.
Las intervenciones conductuales por parte de los padres aumentan la implicación de la familia y dan a los padres más confianza y competencia para intervenir. Un ejemplo de intervenciones conductuales es la aplicación de la higiene a la hora de dormir. Esto puede incluir:
- Horario rutinario para acostarse
- Aplicar la regla de no usar aparatos electrónicos antes de acostarse
- Acercar la hora de acostarse al momento en que el niño está inquieto
3. La creación de un entorno relajante también puede ayudar a que tu hijo descanse bien por la noche.
La creación de un entorno relajante fomentará un sueño constante y reducirá las dificultades para dormir. Algunos ejemplos de cómo crear un entorno relajante son:
- Aromaterapia
- Mantas con peso
- Terapia de luz
- Música de relajación
4. El uso a corto plazo de la melatonina, aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA), es también una nueva herramienta utilizada para ayudar a los padres a conciliar el sueño de sus hijos.
La melatonina es un medicamento hormonal de venta libre o sin receta que favorece el sueño. El cuerpo produce naturalmente melatonina para inducir el sueño un par de horas antes de acostarse debido al reloj interno de 24 horas (ritmo circadiano), pero a menudo el reloj se ha interrumpido y necesita reparación. La melatonina ayuda a ello administrando la hormona en la corriente. Se utiliza sobre todo en pacientes que sufren de insomnio. El medicamento ha sido investigado a fondo y se ha demostrado que es seguro para su uso a corto plazo en niños. Por favor, consulte a un profesional de la salud antes de administrarlo, ya que la interacción con otros medicamentos puede tener resultados negativos.